Primero tienes que soñarlo...
El proceso de dos décadas de crear una propiedad privada unificada con dos frente al mar en una de las regiones más pobres de Guatemala, ha producido una gran cantidad de información, propicia para tener una expresión concreta del “sueño” original. Un enfoque de "prueba y error", que combina costosas consultorías, reconocimiento aéreo, geoposicionamiento satelital, topografía, verificación catastral, análisis técnico y verificación física sobre el terreno, resultó en una convergencia en zig-zag hacia un camino "óptimo" y viable diseñado específicamente, conforme a una solución tecnológica convencional (dos puertos de aguas profundas conectados por un ferrocarril de doble vía, conjunto de poliductos independientes e infraestructura complementaria, carreteras paralelas, centros logísticos y áreas de compensación ecológica). Todo hecho mientras se realizaba al mismo tiempo una campaña de relaciones públicas locales dividida subregionalmente, para explicar a una población local originalmente muy escéptica la visión detrás del alboroto. Como era de esperar, estos esfuerzos también tuvieron que enfrentar campañas contra la desinformación local y externa, algunas de las cuales resultaron en incidentes físicamente violentos. Varias rondas de este proceso (una que implica la contratación de técnicos locales y extranjeros, el reclutamiento y capacitación de cuadros de personal subregional en sitio para tareas topográficas, legales y de negociación fragmentada) se llevaron a cabo una y otra vez. Tardamos veinte años, pero para 2019, la escritura de una Franja Terrestre Interoceánica (FTI) totalmente integrada y de propiedad privada, se concretó:
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El rompecabezas original de parcelas de tierra independientes se ensambló en un conjunto coherente de 3.748 propiedades específicas formando un corredor viable de 372 Kms. de largo y 140 mts. de ancho, con caminos auxiliares paralelos ocasionales,
áreas de compensación ecológica y seis (además de los dos puertos) zonas de servicios complementarios. Cada lote de terreno se identifica individualmente en términos de ubicación geográfica, topografía, otras condiciones relevantes y propiedad legal.
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Un mapeo completo del ILS (a una escala de 1: 20,000), imágenes de satélite que se cruzan, información topográfica y catastral, con secciones transversales separadas de dos planos (con una escala relativa vertical / horizontal de 5: 1),
sirvió de base para el diseño preliminar de las infraestructuras de los corredores y sus correspondientes estimaciones presupuestarias preliminares.
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Una revisión exhaustiva y la actualización pertinente de todos los estudios anteriores llevaron a un resumen coherente de la inteligencia de mercado disponible en 2019 y proporcionó una auditoría técnica de la ingeniería preliminar y la gestión del proyecto realizada.
Sobre esa base, se desarrolló un Plan Corporativo y Financiero final.